Necesitamos de cuentos porque necesitamos recordar. Nuestras memorias no son sino pequeños relatos que danzan y se re-crean en nuestras cabezas. Todos hacemos, contamos y oímos cuentos. Desde nuestra mas tierna infancia, hasta nuestra mas añeja vejez lo hacemos. Desde las pequeñas "mentirijillas" que contábamos para hacer creíble a nuestra madre la desaparición del postre prohibido, hasta lo que inventamos a nuestros nietos pequeños para hacerles creer que: "todo pasado fue mejor, ya que ahora... ¡ya no hay respeto!"
Por eso es necesario contar cuentos, para inventarnos a nosotros mismos y para re-crearnos en nuestro yo interno. Por eso, yo invento cuentos, con la esperanza de que aquí pueda contarlos, a uno que otro distraído lector que llegue a esta página.
¡Ya veremos que tan buenas son mis mentirijillas!